En esta época del año es donde mas preocupado me
encuentro por que todos los días, y a todas horas, recibo solicitudes de padres
y madres angustiadas porque no les alcanza el sueldo para cubrir la lista
entera de los útiles escolares que les exigen a sus hijos en las distintas
instituciones educativas donde estudian.
Es un momento en el que quisiera ser un multi billonario y poder decirles a todas y todos: “¡Sí!”. Pero
la realidad es bastante gris, porque no me puedo comprometer de una, debo
acudir a cientos de amigos y amigas que creo que cada que me ven deben decir “ya
viene el carretero este a pedir para los libros ajenos”. Me toca buscar muchos
padrinos para tratar de ayudar a unos pocos, porque a todos no alcanzo.
Ahora bien, ¿a que se debe esta explicación? Sencillo;
a finales de 2015 el gobierno nacional le pidió a un grupo de ¿expertos? que lo ayudaran a buscar la mejor forma para
recaudar más impuestos con el objetivo de cubrir su hueco fiscal. A los famosos
“señores” no se les ocurrió una idea mejor que cargarle IVA a todo lo
relacionado con los libros y los textos escolares.
Esto me pone en una situación muy complicada desde
todo punto de vista. Antes de que se les ocurriera a dichos personajes
semejante estupidez, invitar a leer por placer era toda una odisea, puesto que siempre
me sacaban en cara que los libros son muy caros. A lo cual yo respondía: “si tu
te tomas 20 cervezas a $2.000 pesos cada una son $40.000 pesos, más el guayabo;
pero si compras un libro que en promedio cuesta $35.000 te queda un mundo
infinito de conocimiento, el placer de viajar a través de la historia que has
leído, puedes tener tema de conversación distinto con todo tu entorno social, y
familiar, enriqueces tu vocabulario, puedes prestar el libro para que otras
personas lo lean, y cuando te lo regresen vas a tener el placer de la
relectura, que es de las cosas mas maravillosas de la vida”. Con toda esta estrategia los dejo motivados,
y en muchas partes lograba mi objetivo.
Pero ahora con este incremento del IVA sobre los
libros y los textos escolares la cosa se pone cuesta arriba. Ojalá el gobierno
nacional no tome este mal consejo de tirarle pataditas a la lonchera de la
educación. ¡Cómo será la vaina de brava que hasta la ministra de Educación salió
a chistar por medio de su cuenta de Twitter!
Esto de los “expertos” sentados en un escritorio de la fría Bogotá
dictando todo lo que se debe hacer, sin si quiera conocer la opinión de la señora
que les reparte los tintos, es como soñar ganarse la lotería si comprarla.
Buenas noches, ¿dónde me recomiendas ir para diligenciar prestamos de libros de literatura en Cartagena? y con qué libro me recomiendas iniciar en este mundo de la lectura (tengo 25 años y he leido muy pocos libros en mi vida)
ResponderEliminarGracias