Desde el 15 de septiembre de 2013 no escribía nada en el blog
de La Carreta Literaria ¡Leamos! El motivo: había perdido la clave del correo
donde lo tenía registrado. Cualquiera dirá. “¡Simple! Reporta que se te olvidÓ
la contraseña, y listo”.
He ahí el problema. Como se produjeron varios cambios a la
vez en las plataformas del blog, yo no tuve el cuidado de estar pendiente de realizar
el cambio; y eso complicó un poco el asunto. Además, con tanto trabajo por
realizar, no me quedó más remedio que resignarme a la perdida de todo el
contenido que tenía en este blog, que hace parte de la memoria histórica de
este proyecto. Pero solo con paciencia se puede llegar a la cima de la montaña,
entonces lo olvidé por varios meses, luego de intentar por varias vías y no
lograba solucionar el problema.
Hasta que hace 8 días que me senté con mucha paciencia y
busqué en todas la posibilidades que me ofrecía Google y por fin logré
encontrar la solución, y hoy de nuevo regreso para escribir las notas de La Carreta Literaria ¡Leamos!
Volveré a publicar todo lo relacionado al proyecto
de promoción de lectura y a algunos cuentos que voy a escribir sobre la ruta de
los y las lectoras del Bolívar Ganador, y de varias anécdotas que me han pasado
en este largo camino de carretear por la promoción de la lectura por
placer.
Felicidades por una iniciativa tan cercana y tan lúdica. Generalmente las campañas oficiales de animación a la lectura son tan solemnes y serias que desaniman más que animar.
ResponderEliminarLos libros tienen que andar por la calle. Y este es el mejor sistema.
¡Suerte en esta odisea por las calles de Cartagena hacia la Ítaca ideal de los lectores!