Mientras su madre trabaja vendiendo agua y gaseosas en las distintas calles y plazas de el centro histórico de Cartagena, ella siempre se queda en el parque de bolívar para mirar los libros de cuentos infantiles que están en La Carreta Literaria ¡Leamos! y eso me alegra por que ella lo hace de una manera libre y espontánea, y así de esta manera se esta convirtiendo en una lectora por gusto, nadie la obliga a tomar un libro, ella sola toma la iniciativa y de esta forma se abre el camino con confianza.
Hola Martín, te escuché en el programa de la BBC. Te felicito. Es muy valioso lo que haces. Soy autora de libros para niños y quisiera enviarte mis libros para la carreta. Me envías por favor tu dirección? gracias!
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